lunes, 5 de noviembre de 2012

EL DOCENTE DEL SIGLO XXI





El mundo avanza sin darnos cuenta, y con ello la educación no puede quedarse atrás. En este video, podemos observar como se introducen las TICs en el aula. Como recurso motivador. Hoy en dia los niños saben manejar ordenadores y nuevas tecnologías, porque es lo que la sociedad establece. Los alumnos por ello deben ir adaptándose a estos cambios.

Pero no solo los alumnos deben adaptarse a estos cambios, desde que comenzó el movimiento europeo de reforma educativa en Bolonia se han  acentuado los estudios sobre las competencias.
Ya no basta con un programa de contenidos,  es preciso concretar explícitamente qué competencias debe adquirir el participante en un  curso, en una titulación.
 Si queremos concretar el perfil del docente del siglo XXI y las TIC  necesitamos analizar cuidadosamente cuáles son las competencias respecto de las TIC que  debe poseer un educador en la actualidad.


Si hacemos referencia a las nuevas competencias digitales podemos ver que solo es una manera nueva de comunicarse con las tecnologías de la actualidad, es decir, son las mismas competencias que tenían antes pero lo único que cambia es el soporte con el que se comunican. Por ejemplo, que un profesor sea capaz de sacar información de la red es lo mismo que el profesor que es capaz de sacar información de un libro. Por tanto, el profesor ha de poseer competencias digitales, pero entendidas como competencias para poder comunicarse con las nuevas tecnologías.

Más de la mitad de los profesores consultados (53,2%) declara tener conocimientos en
TIC a nivel de usuario.
 EL DOCENTE Y LAS TIC: PRESENTE Y FUTURO. INFORME EDUCARED 2007 CUESTIONARIO  EDUCARED LAS TIC EN EL AULA
  
El porcentaje de profesores que declaran tener un conocimiento en TIC avanzado es  bastante significativo (28,3%). Sólo el 12,7% considera que tiene un nivel bajo de  conocimientos y el 5,8% del profesorado se considera experto. 
Así pues, la perspectiva que nos ofrecen los profesores sobre la propia preparación es  bastante satisfactoria, pues  el 87,3% quedaría incluido en el nivel medio-alto (usuario,  avanzado y experto).

Si tenemos en cuenta la velocidad a la que evoluciona la tecnología, observaremos que es casi imposible evaluar y reflexionar sobre una cuestión muy importante: "¿por qué este medio aquí y ahora?". Si le dedicamos el tiempo necesario para contestar, al terminar veremos cómo ya lo evaluado está atrasado e iremos siempre a remolque con tecnologías nuevas por delante. Como podemos comprobar se está produciendo lo que denominamos aceleración del proceso histórico, es decir, cada día las cosas evolucionan más rápido. Podemos verificarlo, por ejemplo, si nos fijamos en la velocidad con la que ha evolucionado el móvil desde el primer modelo que vimos (que apenas valía para llamar) al que tenemos hoy día (que parece un ordenador).

Debido a esta velocidad, incorporamos tecnologías en nuestra vida que no han sido investigadas y, por lo tanto, no sabemos si son buenas o malas. En la educación, al igual, estamos incorporando tecnologías que cambian la manera de pensar y actuar de las personas que en el futuro, no muy lejano, van a ser las responsables de este país. A causa de ello hemos de ir haciendo una investigación en paralelo ya no solo para evaluar si será mejor o peor sino para ver qué puedo hacer y en qué me puede ayudar cierta tecnología en mi trabajo. Por ejemplo, si trabajamos en un centro TIC no vamos a mirar el ordenador como si estuviera de muestra, en cambio, deberemos de investigar las ventajas y la manera de llevar a cabo la enseñanza en el aula con un medio nuevo, que por tanto, será motivador.

las características que ha de reunir el profesor de las nuevas aulas:


  • Entrenado y capacitado para trabajar en un ámbito multicultural. Suena fácil y bonito pero si miramos a nuestro alrededor podremos ver que muchas veces el docente pide que se haga algo que él/ella no hace. Es decir, el que sabe lo hace y el que no pues lo explica para que los demás lo hagan. Muchos profesores hoy en día piden a los alumnos de sus aulas que trabajen en un ámbito multicultural pero él nunca lo ha hecho y, como consecuencia, no tiene experiencia.
  • Tendrá que ser capaz de ver si el material que ha creado está en concordancia con la cultura de sus alumnos.
  • Estar en condiciones de evaluar si los materiales, es decir, estar actualizado.
  • Estar abierto a nuevas propuestas siendo capaz de valorarlas y aceptarlas, teniendo en cuenta que si no tenemos referente será difícil llevar esto a cabo.
  • Ha de disponer del tiempo necesario para poder supervisar lo que hace cada uno de sus alumnos. Con esto de las nuevas tecnologías se dice que los profesores trabajan menos pero si pensamos un poco veremos que es al contrario y que se requiere mayor dedicación por parte de los docentes. Por ejemplo, crear un material y subirlo a la red requiere de tiempo y trabajo por parte de varias personas.
  • Capaz de colaborar con otros compañeros de modo que pueda transmitírselo a sus alumnos. Si trabajamos en red, las técnicas de trabajo serán básicamente colaborativas, y si el docente no es cooperativo, difícilmente conseguirá que sus alumnos lo sean.
  • Tanto alumno como profesor han de investigar permanentemente lo que hacen.



Todas las sociedades, en todas las épocas, han elaborado imágenes y valores sobre la persona del maestro y su labor pedagógica. Estas representaciones expresan la finalidad social asociada a la educación y son legitimadas a través de las doctrinas pedagógicas hegemónicas en cada momento histórico.
La sociedad del futuro exigirá al docente enfrentarse con situaciones difíciles y complejas: concentración de poblaciones de alto riesgo, diversificación cultural del público escolar, grupos extremadamente heterogéneos, multiplicación de diferentes lugares de conocimiento y de saber, acceso a puestos en forma provisoria, rápidas y permanente evolución cultural y social especialmente en los jóvenes en quienes existe la sensación que no hay futuro y una suerte de pérdida del sentido del saber o el aprender.

Sabemos que la presión creada por la aceleración de los procesos sociales en la vida contemporánea lleva a un torbellino de innovaciones, pero hay que evitar que las concreciones carezcan de sentido e impregnen a la actividad docente de un carácter provisorio indeseable por la precariedad de conceptos, métodos, actividades y recursos.

Para comprender el sentido y las dificultades estructurales de la propuesta de la profesionalización de los docentes hay que determinar cuáles son las exigencias que esta transformación exige, ya que una profesión es una combinación estructural de conocimientos acreditados mediante títulos, autonomía en el desempeño, prestigio académico y reconocimiento social.
Los cuadros medios y superiores de la docencia expresan dificultades para reflexionar sobre lo que están haciendo, para proyectarse en el futuro, para anticiparse a determinadas situaciones y para capitalizar su experiencia. Los docentes viven la transformación asociada a la idea de pérdida y a sentimientos de inseguridad e incertidumbre acerca del futuro.



Por otra parte, el mundo informativo y telemático que rodea a la escuela y a sus docentes obliga a crear “un puente de significados sobre la vía de información“ como señala Namo de Mello (1998) para que los alumnos no sean atropellados por la cantidad y variedad de informaciones que por ella circulan. Esto es, que la escuela deberá formar a los alumnos para seleccionar datos, organizar el conocimiento y apoderarse de él para poder utilizarlo éticamente en su vida cotidiana tanto personal como social. Y la institución educativa deberá concebir su tarea incorporando la actividad transdiciplinaria para responder a las exigencias del conocimiento científico contemporáneo.

Ahora bien, será la tecnología de la información el elemento capaz de lograr que la educación sea algo más que una simple transmisión de conocimientos? Namo de Mello sostiene que ante esta posibilidad habrá que enfrentar dos tipos de desafíos:
  • practicar formas de gestión que fortalezcan el ejercicio de la iniciativa creadora de la escuela, incluyendo la gestión de la información y
  • resignificar los instrumentos del trabajo pedagógico: currículo, contenidos de enseñanza, métodos y perfiles de los profesores.

Desde esta perspectiva hay que diferenciar entre la adquisición de conocimientos y la construcción de sentidos y el papel que juega el educador en ambos situaciones. En el primer caso puede ser una actividad individual pero la construcción de sentidos implica necesariamente negociación con otros: familiares, compañeros de trabajo, profesores o interlocutores anónimos de los textos y de los medios de comunicación; negociación construida en base a los valores éticos de la democracia, del reconocimiento del otro y del respeto a los hechos y para ello se requiere la presencia de un educador.

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